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Senador Wayne Fontana

Harrisburg, 15 de abril de 2020 - Insistiendo en que las prácticas de mitigación de sonido y protecciones de los trabajadores indelebles deben estar en su lugar antes de la reapertura de los lugares de trabajo adicionales de Pennsylvania, el senador estatal Wayne Fontana (D-Allegheny) votó hoy en contra del proyecto de ley del Senado 613, la legislación que calificó de "imprudente."

La medida fue aprobada por 29 votos a favor y 21 en contra. Los republicanos rechazaron una enmienda demócrata que habría exigido protecciones para los empleados. Las enmiendas habrían obligado a los empresarios a proporcionar equipos de protección a los trabajadores, bajas por enfermedad remuneradas, normas para la desinfección del lugar de trabajo y sanciones estrictas para los empresarios que infrinjan la ley.

Fontana hizo la siguiente declaración: 

"Todos queremos que este Estado y nuestro país vuelvan a funcionar. Sé que la gente tiene miedo y se pasa la noche en vela preocupada por cómo mantenerse a flote económicamente. Y con razón.

Sin embargo, no podemos permitirnos separar nuestras preocupaciones por la seguridad pública y la economía. Debemos adoptar un planteamiento seguro, calculado y mesurado antes de reabrir nuevos negocios.

Nuestras decisiones deben basarse en hechos y datos científicos, no en agendas y posturas políticas. Ha quedado claro que las pruebas deben estar ampliamente disponibles. Anoche mismo, el mayor experto en enfermedades de nuestro país declaró que aún no disponemos de los procedimientos críticos de análisis y rastreo necesarios para empezar a reabrir la economía del país, y le preocupa que se produzcan nuevos brotes en lugares donde el distanciamiento social se ha atenuado.

Nuestros actuales esfuerzos de distanciamiento social y de permanencia en el hogar han demostrado que funcionan para aplanar la curva. Suspender esta práctica ahora mismo sólo nos causará un posible retroceso, que hará que la situación económica sea aún peor que la actual. No ha sido una tarea fácil para nadie. Cambiar nuestro modo de vida ha sido difícil. Pero los sacrificios que todo el mundo ha estado haciendo, especialmente nuestros trabajadores y la comunidad empresarial, son necesarios para que, cuando llegue el momento, las restricciones puedan suavizarse de forma que nos conduzcan a la recuperación económica, sin preocuparnos de si volveremos al punto de partida en cuestión de semanas o meses.

Como servidores públicos, nuestro deber más importante es proteger la salud, la seguridad y el bienestar de nuestros ciudadanos. Esto incluye tomar decisiones difíciles en tiempos difíciles. Todos queremos que las empresas vuelvan a abrir, que los empleados vuelvan al trabajo, que los estudiantes vuelvan a las aulas y que se reanude una cierta apariencia de vida normal, pero eso no puede ocurrir a menos que primero prosigamos los esfuerzos de mitigación y sigamos los consejos de nuestros científicos y expertos médicos.

Todo lo contrario puede hacer retroceder el progreso y causar más daños a nuestra economía y, lo que es más importante, a la salud humana. Es inconcebible votar una legislación que ignora flagrantemente ese deber. La recuperación económica que todos deseamos y que con toda seguridad necesitaremos no puede anteponerse a la recuperación de la sanidad."

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